Video del recorrido de la exposición “Las burlas” realizada en la galería 12:00 e inaugurada el día 7 de marzo de 2024 y que contó con varias series de pinturas, incluyendo el grupo de obras que da nombre a la exposición.
A continuación, se presenta una reseña y las imagenes de las obras de la serie principal de la exposición realizada.
Proyecto Las Burlas (2014-2023)
Serie de escenas en pintura compuestas de personajes burlescos cuyas acciones tratan con ironía las relaciones sociales modernas. Las escenas se inspiran de las composiciones de grupos de personajes de la estatuaria gótica.
En efecto, "Las Burlas" constituye una exploración pictórica que amalgama el pathos de la estatuaria gótica con una mordacidad cáustica sobre las dinámicas intersubjetivas de la contemporaneidad. La serie presenta escenas de interacciones convulsas en la naturaleza, donde pequeños grupos humanos, dispuestos en estructuras compositivas reminiscentes de los frisos medievales, se despliegan en un teatro de interdependencias parasitarias. No obstante, en lugar de emular la solemnidad litúrgica de sus referentes históricos, las figuras que habitan estas pinturas se hallan en una red de acciones recíprocas, mediadas por artefactos y dispositivos propios de la modernidad tardía, subvirtiendo así el carácter estático de la estatuaria sacra para sumergirse en una cinética de la manipulación mutua.
Cada personaje se encuentra en estas obras inmerso en un entramado de tensiones y reciprocidades forzadas, muchos de ellos emplean instrumentos modernos que no solo median su relación con los otros, sino que los transmutan en extensiones de su propia voluntad o servidumbre. El artificio material, lejos de ser meramente utilitario, se convierte en un vector de poder, una herramienta de reconfiguración que desdibuja la distinción entre la acción y la coacción. La plasticidad de los cuerpos, exacerbada en sus contorsiones y gestos hipertróficos, refuerza la sensación de un mecanismo que se perpetúa en una dialéctica de dominio y sumisión, donde cada actor no es más que un eslabón en una maquinaria social ridícula y burlona.
La ironía subyacente en Las Burlas no se limita a una broma epidérmica de los artificios del presente, sino que se inscribe en una crítica más profunda de la condición postmoderna, en la que la agencia individual se encuentra mediatizada por la fetichización de los objetos y la compulsión por la instrumentalización del otro.
Por otra parte, la ejecución técnica de Las Burlas retoma con rigor los procedimientos pictóricos de los primitivos flamencos, estableciendo un diálogo con la tradición artesanal de la pintura sobre madera. La obra se construye mediante la aplicación meticulosa de capas delgadas de óleo, siguiendo el método de veladuras sucesivas que otorgan una profundidad luminosa característica de la escuela flamenca del siglo XV. Este enfoque permite una modelación minuciosa de las formas, donde cada figura emerge con una precisión casi escultórica, acentuando el carácter tridimensional y la nitidez de los detalles. La superficie de las tablas, preparadas con imprimaciones cuidadosamente trabajadas, actúa como un sustrato que potencia la riqueza cromática, logrando una atmósfera densa y envolvente que, lejos de ser meramente decorativa, intensifica la teatralidad de las escenas. Esta meticulosidad técnica, que evoca el preciosismo de artistas como Jan van Eyck o Rogier van der Weyden, se entrelaza con la ironía conceptual de la serie, generando un contraste entre la pulcritud formal y el carácter grotesco de los personajes, cuya interacción nos sumerge en una parodia visual de la condición humana contemporánea.
Así, estas composiciones no solo evocan la densidad narrativa de los retablos medievales, sino que la trascienden en una suerte de carnaval distópico donde la tragicomedia de la existencia se despliega en toda su crudeza, sin redención posible.
